La cocina nos revela sus más íntimos secretos cuando està LIGADA A LAS RAÍCES PROFUNDAS DE LA TIERRA
Captar la delicada correspondencia entre los paisajes, percibir la música particular de las estaciones y tratar de evocar esta belleza en un plato es el trabajo maravilloso que nos permite realizar nuestro oficio.
Donde sea que estemos formamos parte de una comunidad alimentaria, nuestra presencia en la tierra exige la interdependencia.
Tener un jardín es hacer la experiencia de la transformación permanente y del rol esencial de la interrelación para que exista la vida. Es esta mirada atenta hacia la naturaleza con toda su diversidad la que me inspira y se manifiesta en mis platos.
Se trata de valores simples y sólidos que considero pilares, no solamente para alcanzar la excelencia culinaria, sino para alimentar nuestro reconocimiento hacia la generosidad de la Tierra.
Un jardín es sobre todo un territorio de esperanza. Mauro Colagreco